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10 cosas que no sabías de Abbey Road



1. ¿Abbey Road o Everest?.

Los Beatles querían llamar al disco Everest. Tal nombre se debía a la marca de cigarrillos que fumaba el ingeniero de sonido Geoff Emerick, que tenía una silueta del Everest dibujada en sus cajetillas.


2. Portada del Álbum.

Los Beatles querían viajar al mismo Everest y tomar ahí la foto del álbum, pero la grabación se alargó más de lo esperado y al terminar lo único que querían era irse a descansar. Por tanto, Paul McCartney sugirió salir a la calle y hacer allí mismo la foto para la portada.


3. Única.

Es la única portada de los álbumes originales de los Beatles en la que no aparecen ni el nombre de la banda ni el título del disco.


4. VW Blanco.

El Vocho que sale en la foto se hizo célebre, tanto que en los años siguientes a la publicación del disco su matrícula fue robada en repetidas ocasiones. En 1986 se vendió en una subasta, por el precio de 2530 libras. En 2001 figuraba en un museo alemán.


5. Paul Cole.

Un turista salió en la foto oficial del álbum y no se dio cuenta hasta que había aparecido en la portada del último álbum de los Beatles hasta que se topó con una copia de Abbey Road meses después. Su nombre es Paul Code.


6. ¿ Ultimo disco lanzado?

Siempre que se habla de Abbey Road se habla del último disco de The Beatles antes de su separación definitiva, pero técnicamente no fue el último disco lanzado, ya que ese lugar le corresponde a “Let it Be”, publicado en 1970. Sin embargo Abbey Road fue el último álbum en grabarse, es por esto que aunque fue lanzado en 1969 es considerado el último disco del cuarteto de Liverpool


7. ¿Por qué Paúl McCartney aparece con los pies descalzos?

"(Ese día) era un día en que hacía mucho calor y resultó que yo justo estaba usando sandalias, como lo estoy haciendo hoy día. Entonces simplemente me las saqué". dijo Paúl McCartney.


8. Ausencia de John Lennon

Debido a un accidente y a las tensiones que ya se vivían entre los integrantes, John Lennon no estuvo presente durante gran parte de la grabación de Abbey Road.


9. Fotografía 5

Diez minutos hicieron falta para tomar seis fotografías. Cuando Macmillan las repasó y vio la quinta, decidió que era suficiente. Tampoco tenía margen a hacer mucho más, pues la Policía les había hecho el favor de parar el tráfico sólo un instante.


10. Cigarrillo con la mano derecha

Era puramente estética. Y es que, si lo hubiera tomado con su mano izquierda, no se hubiera visto en la fotografía.


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Catrina en ceramica gerardo garcia dolores hidalgo
Catrina Coqueta con Olanes

El reconocido escritor y periodista José de La Colina quien era un incesante narrador de la vida cultural de México se inspiró en mí y en mi famoso retrato para realizar su “Monólogo de la Calaca Catrina”, expuesto en el portal Letras Libres, que es una puesta en escena de humor mexicano, gocemos de este gran texto juntos:



Posí, aquí me tiene usted, y no en parco blanco-y-negro, sino a colores. Soy la famosa Calavera Catrina, pa servir a usté, aunque, eso sí, después de servir a Diosito, faltaría más. Y ¿a qué viene ese rezongón erupto de erudito porque me presento de tal modo? Ya sé que orita entre los intelectuales por cuales hay la moda de asestarme, con una rima que da grima, el apodo de “la Calavera Garbancera”. Vaya jijos de su matraca los que así me sobrenombran dizque basándose en que mi papá, o séase el gran ilustrador de la vida social y política de tiempos de don Porfirio, el gran artista gráfico don José Guadalupe Posada (a quien cariñosamente se le cantan las Mañanitas luctuosas en el centenario de su deceso), me trajo al mundo en una de aquellas hojas impresas que salían como quien dice volando desde la imprenta de Vanegas Arroyo, en el número 43 de la 2ª Calle de Santa Teresa, para posarse en manos y ante los ojos del público popular, y que la tal hoja se titulaba Remate de calaveras alegres y sandungueras, y allí, burlándose de las mujeres del bajo pueblo que pretenden ser muy fufurufas, se decía en versitos octosílabos:

catrina en cerámica casa de cerámica catrina por gerardo García
Catrina de Capula

Hay hermosas garbanceras

de corsé y alto tacón,

pero han de ser calaveras,

calaveras del montón.


Pero no, posqué, yo no soy del montón ni mucho menos, y vámonos respetando, ¿no? Claramente se ve que mi sombrero elegantérrimo (según lo adjetivaría María Luisa La China Mendoza), y cuyos dos penachos envidiaría hasta el famoso poeta espadachín mesié Cyrano de Bergerac, ya indica que, aquí donde usté me ve, sonriéndome de tantísimas vanidades humanas, no soy ninguna garbancera de a montón, o séase de ésas que, a mero pie desnudo de indias patarrajadas, o siquiera calzadas con tan heroicos como polvorientos huaraches (o “guaraches”, que es como se oye, a poco no), andaban por las calles vendiendo sus pobres mercancías pregonadas en largos gritos, por ejemplo: “¡Meeercaraaán chicuilooootiiitos tieeernos, síiiiii!”. Y no, se trata de otra cosa, mariposa. Yo soy una señora catrina desde el doble penacho hasta los zapatitos de seda, y, óiganlo todos los pedantorros: soy nada más y nada menos que la Calavera Catrina, tal como acertadamente me rebautizó el pintorazo don Diego Rivera, que, en un glorioso mural, me retrató paseando del bracete con él mero por la Alameda dominguera y matinal. O séase que soy una grande Madame en modo mexicano, y si la duquesita del Duque Job, que nomás era una humilde aunque linda costurerita aristocratizada por el lírico esnobismo dl dizque duque don Manuel Gutiérrez Nájera, se paseaba también del bracete con el ilustre vate desde las puertas de La Sorpresa hasta la esquina del Jockey Club, sepa usted que desde hace siglos, ¡vaya: desde el comienzo del mundo!, yo me he dado paseos mucho más largos y que he recorrido el planeta de Norte a Sur y de Este a Oeste, y que a las cabañas bajé y a los palacios subí y por todas partes dejé memoria cierta de mí, como consta en innumerables grabados y pinturas y en tantísimo romances y romancillos y corridos, y hasta en versos mayores y de alcurnia en los que se glosan los versos definitivos de la anónima, medieval e imperecedera Danza de la Muerte:

Yo soy la Muerte cierta a todas criaturas

que son y serán en el mundo pasante.

Y como cantan los versos en las nobles coplas del poeta guerrero don Jorge Manrique dedicadas a la muerte de su padre:

Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar que es el morir. Allí van los señoríos derecho a se acabar y consumir. Allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos. Y, llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.

Y ya con estas líneas me despido (por ahora):

Yo, la Calavera Catrina, soy tal como de una vez para siempre me retrató don Pepe Lupe Posada: la Gran Señora que apagó las arañas de luz del salón de baile del Porfiriato y que, nomás por no dejar, hasta orita sigo apagando luces en este México pasante… y en todo el Mundo de alrededor“.


Jose de la Colina
José de la Colina fue escritor, cinéfilo y periodista.


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"WIXÁRIKA" /Lengua huichol

(Huichol).

CATRIN CAPULA CERAMICA HUICHOL
CATRIN HUICHOL

Se han elaborado distintas hipótesis del origen de los Huicholes basadas en datos arqueológicos y lingüísticos, sin embargo, no se sabe a ciencia cierta su origen.

La primera hipótesis habla de que este desciende de grupos que se fueron asentando en la Sierra Madre Occidental, otra más dice que pertenecieron a la familia yuto-azteca y que huyeron del poderío de algún imperio mesoamericano y otra finalmente nos dice que se mezclaron grupos de tierras bajas de la costa con los antepasados huicholes en distintas épocas. Al parecer, los ancestros de los Huicholes mantuvieron una vida independiente de los grandes imperios mesoamericanos. Es probable que entre los ascendientes de los Huicholes hubiera algunas tribus teochichimecas (indígenas del norte).

Viven actualmente en el norte de Jalisco y parte de Nayarit, Zacatecas y Durango, arriba de la sierra que atraviesa estos estados; viven bastante aislados. Conservan hasta ahora costumbres muy antiguas, de las que están muy orgullosos.


Jaguar en arte Huichol


El arte Huichol proviene de una tradición ancestral, es una reproducción física de las imágenes que visualizan los chamanes huicholes, creando variados e increíbles diseños. Sus creaciones constan de bordados hechos con chaquiras y estambre. Basta decir que cada una tiene simbólicos motivos como leyendas huichol e historias de su cultura.


Se puede considerar al Arte Huichol como una forma de escritura, ya que, a través de las creaciones, los Huicholes nos cuentan sus historias y mitos, dejando un pedazo de su vida en cada obra que realizan. Actualmente, se puede decir que no hay otro grupo étnico en México que conserve tan profundamente sus creencias, cultos y tradiciones como los Huicholes.


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